LITERATURA REALISTA
La
segunda mitad del siglo XIX es la época dorada de la novela, asociada al
triunfo social de la burguesía. En toda Europa los escritores describen con
espíritu crítico y realista la nueva sociedad, pero es Francia el país que, en
conjunto, ostenta la supremacía en este tipo de novela.
La novela
demuestra ser el género más adecuado para retratar la sociedad capitalista
movida por el poder y el dinero. Sus rasgos facilitan una perspectiva amplia y
objetiva en la descripción de ambientes y psicologías. La novela realista tiene
las siguientes características:
- Verosimilitud: los argumentos se basan en la realidad cotidiana con personajes comunes. Además, se sitúan en el contexto contemporáneo del autor y del lector.
- Presencia de un narrador que lo sabe todo sobre la trama y los protagonistas.
- Sobriedad en el estilo, que es sencillo y sin complicaciones formales. El escritor busca ante todo la claridad y la exactitud.
- El protagonista entra en un conflicto con la sociedad que casi siempre se salda con el fracaso de aquel.
El ascenso
de la novela realista es favorecido por la ampliación del público lector
gracias al desarrollo de la prensa periódica, que solía incluir entregas de
relatos y novelas.
El género realista por excelencia fue la novela.
Ello se debió a dos razones: por un
lado, la extensión de la novela permitía una representación detallada y
completa de la realidad. Y por otro lado, la novela ofrecía la posibilidad de
presentar el mundo desde el punto de vista de un narrador omnisciente,
capacitado para abarcar desde su perspectiva todos los aspectos de la realidad.
La novela realista se cultivó, principalmente en Francia.
Rusia e Inglaterra:
·
El Realismo en Francia se inició con la obra de
Stendhal, que ofreció en sus novelas un
fiel retrato de la sociedad de su época. Más adelante aparecieron dos
destacados narradores, Honoré de Balzac y Gustave Flaubert, que representan la
plenitud del Realismo francés.
·
A fines del siglo XIX, la literatura rusa aportó dos
extraordinarios novelistas: Fedor Dostoievski y León Tolstoi. También se
destacó Anton Chejov, quien cultivó el relato corto.
·
En Inglaterra, donde ya se había producido la
revolución industrial, el proletariado creció y la explotación se extendió
hasta el mundo de la infancia. El escritor más popular del realismo inglés fue
Charles Dickens.
AUTORES:
v HENRY
BEYLE. (Grenoble,
Francia, 1783-1842), más conocido por su seudónimo, STENDHAL, escribió
libros sobre pintura, viajes y biografías, en los que el impulso vital
romántico es todavía dominante. Hacia el final de su vida escribió las novelas
que le dieron fama, donde el sentimiento romántico -aún presente en ocasiones-
se difumina por el afán de reflejar, como en un espejo, la vida y la sociedad.
De hecho, se le considera uno de los novelistas fundamentales del siglo XIX,
por el realismo y la penetración psicológica que muestra en sus personajes, así
como por la novedad que supone la narración directa y objetiva. El amor,
sentimiento que analiza en su ensayo Sobre el amor, constituye un tema
fundamental en la trama de muchas de sus novelas, entre las que merecen
especial mención: Rojo y negro; La
cartuja de Parma.
v HONORÉ DE BALZAC: (Tours, Francia, 1799-1850) es un escritor romántico en la forma y en
el estilo, sobre todo en sus primeras obras, que son folletines históricos y
fantásticos. Pero su gran poder de observación y su capacidad de descripción le
convirtieron en uno de los creadores de la novela realista.
Hacia
1830 concibe el vasto proyecto literario de la Comedia humana, una
colección de novelas que pretende describir exhaustivamente la sociedad: sus
clases, sus intereses, sus preocupaciones, sus tipos humanos...
Entre
ellas hay desde novelas históricas hasta simbólicas, como La piel de zapa,
y policiacas, como Un asunto tenebroso. Balzac intenta reflejar la mayor
cantidad posible de escenarios y ambientes sociales, por lo que algunas novelas
se agrupan por temas: hay novelas de vida privada; otras son de ambientación
parisiense; también hay novelas que se desarrollan en provincias, o que
reflejan la vida campestre.
La
mayor parte describe críticamente la sociedad de la época. De entre los muchos
títulos destacan Eugenia Grandet, centrada en un avaro que impide la
felicidad de su hija, y Papá Goriot, que, por el contrario, narra los
sacrificios de un padre por satisfacer los enredos y caprichos de sus hijas.
v GUSTAVE FLAUBERT: (Rouen, Francia, 1821-1880) es el principal representante de la novela
realista, el más moderno y el que legó obras de mayor calidad. Su estilo es
cuidado y minucioso y antepone la calidad de la prosa y la precisión de las
descripciones a la complejidad de los argumentos, lo que le llevó a corregir y
reescribir frecuentemente sus escritos. También se observa en sus novelas un
gran desarrollo psicológico de los personajes.
Escribió
novelas históricas como Salambó, relatos como Las tentaciones de San
Antonio y novelas realistas como Bouvard y Pécuchet. Pero sus dos
grandes novelas son: Madame Bovary y La educación sentimental.
v GUY DE MAUPASSANT: (Miromesnil, Francia, 1850-1893) fue un excelente novelista
naturalista y un maestro del relato, de estilo sobrio y cuidado. Sus
narraciones cortas están reunidas en los volúmenes La casa Tellier, Mademoiselle
Fifí o El Horla, que contiene algunos relatos de misterio y terror.
De sus obras merecen resaltarse el largo cuento Bola de sebo y la novela
Bel Ami, historia de un arribista sin escrúpulos, capaz de todo para
adquirir prestigio social.
v FEDOR DOSTOIEVSKI: (Moscú, 1821-1881) lega a la
posteridad una magnífica obra literaria de extremado realismo, caracterizada
por la hondura de los problemas existenciales que plantea y por la complejidad
psicológica de sus torturados personajes, enfrentados a su propia conciencia,
al destino, a la vida o a Dios, y que marcaron profundamente la narrativa rusa
posterior.
Sus
primeras novelas, Pobres gentes, Noches blancas, muestran la
preocupación del autor por el sufrimiento humano y anticipan la visión
compasiva con los desheredados que se muestra plenamente en Humillados y
ofendidos y en El doble. Otras de sus obras son: Crimen y castigo, El idiota, los hermanos Karamazov,
los endemoniados.
v LEÓN TOLSTOI: (Poliana, Rusia, 1828-1910) su amplia obra
forma un gigantesco cuadro descriptivo de la idiosincrasia y las costumbres
rusas. En sus novelas aborda con realismo la situación del hombre frente a una
sociedad hostil, busca la simplicidad expresiva, conseguida gracias a una
cuidada elaboración, y analiza con profundidad el carácter de sus personajes.
En su
juventud escribió una autobiografía en tres partes y reflejó su experiencia
bélica en los Apuntes de Sebastopol, cuyo crudo realismo le causó
problemas con la censura. Sus dos grandes obras son: Guerra y paz y Ana
Karenina.
v CHARLES DICKENS: (Inglaterra, 1812-1870) es un perfecto ejemplo de este nuevo tipo de
escritor de éxito, cuyas entregas mensuales esperaban ávidamente los lectores.
Las novelas de Dickens, que sintetizan las tradiciones narrativas cultivadas
desde el siglo XVIII, se caracterizan por su estilo realista y por la vigorosa
descripción de personajes y ambientes, a menudo oscuros. Junto a la intención
satírica y cierto sentimentalismo, está también presente un agudo sentido del
humor.
Entre
sus obras se destacan: Los papeles póstumos del Club Pickwick, Oliver
Twist, La pequeña Dorrit, Canción de Navidad.
v OSCAR WILDE
(Dublin, Irlanda, 1854-1900) además de escribir importantes obras de teatro,
Wilde fue narrador de hermosos cuentos para niños; sus relatos están
recopilados en los libros El príncipe feliz y otros cuentos y El
crimen de lord Arthur Saville y otros relatos. Estas narraciones son de
variada índole, ya que las hay policíacas (El crimen de lord Arthur Saville),
fantásticas (El fantasma de Canterville) y otras en las que la belleza
se emplea como una alegoría de valor moral. Autor de la novela El retrato de
Dorian Gray, carta De profundis y el poema Balada de la cárcel de
Reading. Murió en la más absoluta pobreza.